Objetivos de la plataforma
Derechos Humanos
Los principios y objetivos recogidos en la Declaración Universal de los Derechos
Humanos de 10 de diciembre 1948, son también los de esta Plataforma Ciudadana.
Libertad y Democracia
Que la Ciudadanía tenga la opción de informase libremente, y de decidir
democráticamente sobre todos los asuntos de la comunidad (política), en
convivencia pacífica y fraternal entre todas las personas, animales y medio
ambiente es el objetivo principal de las personas que nos organizamos en esta
Plataforma. La miseria, la incultura, el dogma y las oligarquías políticas son
enemigos de este objetivo.
Estado
La Ciudadanía decidirá la forma en que organiza su convivencia democrática y las
Instituciones de las que se dota para ello, formando la figura en el Derecho
Internacional que conocemos como Estado.
La Libertad de cada uno
Es el Ciudadano quien, en conjunto, forma el Estado y no al revés, por lo que el
Estado, la Comunidad no puede invadir la libertad del Ciudadano que es libre de
vivir y organizar su vida, pensamientos y creencias como quiera. El Estado, la
Comunidad, el Derecho, la Justicia, actuarán como “moderadores” de la libertad
de cada uno, que termina donde empieza la del otro.
Solidarios
El Estado garantizará la Libertad de las personas, la libertad democrática,
política, de organización, de opinión, la libertad religiosa. El Estado, la
Comunidad, garantizará la cobertura de las necesidades mínimas para vivir de
cualquier Ciudadano, salud, alimentación, vestido, hogar, educación. Con
especial cuidado de los niños y de las personas mayores y enfermos.
La separación de los Poderes
Uno de los principales preceptos contra la acumulación de poder y la
consiguiente oligarquía y corrupción es la separación de los Poderes del Estado.
La Justicia
La Justicia, no puede, directa ni indirectamente depender del poder ejecutivo ni
del legislativo. Ningún sistema realmente democrático puede depender de un Poder
Judicial dirigido por políticos.
Madre Naturaleza
La Ciudadanía ha de convivir con respeto a los animales y respeto al patrimonio
natural de la Humanidad, que deberá protegerse contra el exceso, el abuso y la
injusticia.
Quien tiene el Poder
El Poder como ya hemos indicado antes es de los Ciudadanos quienes, en los
Estados modernos ostenta la Soberanía popular, la legítima “propiedad” del
Estado. Los enemigos de la Soberanía Popular son las oligarquías que se
disfrazan de demócratas mientras dirigen sus organizaciones para engañar al
Ciudadano y llegar al poder. Luego no legislan al servicio del Ciudadano sino
para que la oligarquía se mantenga y alterne en el poder beneficiando a otras
oligarquías. Usurpando en consecuencia, la Soberanía al Pueblo, a la Ciudadanía.
Como se ha de ejercer el Poder
Si el Poder es de la Ciudadanía, lo ha de ejercer ésta, y por lo tanto el Poder
deberá acercarse al máximo a la Ciudadanía, es decir, a la municipalidad. En
cada municipio, localidad, ciudad, la Ciudadanía debe estar dotada de
instrumentos de información y participación democrática. Instrumentos que
garanticen la seguridad y la imparcialidad de los procedimientos. El poder,
trasladado cerca del Ciudadano, a la municipalidad, se aleja de la concentración
oligárquica de la cúpula que siempre sucumbe ante la corrupción y la deslealtad
al Pueblo en virtud de otros intereses.
Las administraciones públicas
Los instrumentos de los que la Ciudadanía, el Estado se dota para administrar lo
público, para informarse, para decidir, para convivir son las Administraciones
Públicas. Las más próximas al Ciudadano han de ser las principales, las
administraciones municipales, en su ciudad, en su localidad; en donde deben
concentrarse el máximo de competencias. Las Administraciones Públicas la
componen los Ciudadanos que trabajan en la función pública, y las dirigen los
Representantes del Pueblo, de la Ciudadanía. No puede haber una “clase
política”. Los Representantes del Pueblo, elegidos libremente por la Ciudadanía
se ocupan de las decisiones corrientes, consultando las demás a la Ciudadanía.
Los Representantes del Pueblo a dedicación deberán estar bien remunerados, pero
los que no están a dedicación no, sólo si acaso mediante dietas justificadas en
la medida que la función pública perjudique al ejercicio de su trabajo
profesional.
Las subvenciones de la oligarquía
El abuso institucionalizado de la subvención pública se ha convertido en otro
instrumento de expolio del dinero público por parte de la oligarquía para la
financiación del tráfico de influencias y voluntades políticas. Carece de
sentido democrático hoy en día, en un sistema equitativo, la subvención
exagerada de organizaciones políticas, patronales o sindicales.
Las normas electorales
La legislación electoral es la ley clave de que se sirve la oligarquía para
usurpar el poder al Pueblo y reservárselo la oligarquía. Un proceso electoral
libre y justo debe permitir a todos los Ciudadanos presentarse a elecciones y
elegir en elecciones. Los Ciudadanos se organizarán en las diferentes formas
para presentar sus proyectos a sus conCiudadanos y que éstos puedan votarlos. En
un sistema equitativo no es admisible la actual subvención directa o indirecta a
organizaciones políticas. Ni la cesión preferente de espacios en los medios
públicos de comunicación a unas organizaciones respecto a otras. Todos los
Ciudadanos tienen derecho a conocer todas las propuestas en equivalente rango de
comunicación.